AES no apoya la huelga general del 29-S y exige al gobierno que garantice el derecho a trabajar. AES pide que se responsabilice y se penalice a los sindicatos ante los posibles hechos violentos de la jornada. AES se suma a la campaña católica del distintivo blanco.
Alternativa Española reconoce que existen razones objetivas más que suficientes para protestar contra el gobierno por su incapacidad a la hora de gestionar la crisis y por conducirnos a la ruina.
AES se ha posicionado claramente contra las medidas antisociales decretadas por el gobierno. Sin embargo, AES considera que esta huelga general no es más que la coartada, la mascarada, de unos sindicatos, caracterizados por su amarillismo, servilismo, burocratización e inoperancia, ante la posición crítica que millones españoles observan con respecto a su labor y utilidad.
AES quiere subrayar que carece de sentido hacer una huelga varios meses después de que el gobierno pusiera en marcha la política de recortes contra los que teóricamente se manifiestan. AES quiere denunciar que los sindicatos han sido conniventes con el gobierno, cuando han convocado una huelga meses después de que los recortes fueran aprobados en vez de hacerlo, para presionar, de forma inmediata para evitar, si esa era su intención, los recortes.
AES considera que los grandes sindicatos españoles, que viven a costa del erario público, ya no son ni tan siquiera sindicatos de clase sino correas de transmisión y control de los dos grandes partidos a los que se vinculan, PSOE e IU. Y en esta huelga sus mensajes, que son distintos, están vinculados a los intereses políticos de sus partidos de referencia.
AES entiende que existen numerosas formas de protesta y movilización que, de forma más dilatada en el tiempo, a la hora de la presión y la reivindicación, son igualmente efectivas y no implican la pérdida de millones de euros justo en un momento muy difícil para la economía española. Se trata de la protesta constructiva frente a la destructiva típica de la izquierda.
AES quiere denunciar la campaña de presión que se está realizando sobre los ciudadanos con la difusión de la prevista presencia de los denominados “piquetes informativos” y la publicidad, sin recato, de acciones que son vistas de forma “amigable”, tales como la silicona en las puertas de los centros de trabajo. AES quiere subrayar que los piquetes son elementos coactivos que cercenan la libertad de los ciudadanos. AES exige al gobierno que garantice el derecho que tienen las personas a trabajar si así lo estiman conveniente.
AES que, ni secunda ni apoya la huelga general, Sí es partidaria de mostrar la repulsa a las medidas del gobierno se suma a la campaña propuesta a los cristianos por el Consejo de Laicos de lucir un distintivo blanco ese día para protestar por la situación.
Lo que quieren es que la gente que no estamos a favor de la huelga pasemos por partidarios de las medidas del desgobierno ja! Como cada cual se inventa y transforma los hechos según le interesan, a ver q cuentan.
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